¿Terapia cognitivo conductual o psicología humanista?
Por Adrián Azcona
La terapia cognitivo-conductual (TCC) y la psicología humanista representan dos enfoques distintos pero valiosos para el tratamiento de la salud mental. Mientras que la TCC está estructurada y basada en evidencia, la psicología humanista enfatiza el crecimiento personal y la autorrealización. Ambas ofrecen caminos transformadores para las personas, pero difieren en el enfoque, los métodos y las filosofías subyacentes.
¿Qué es la TCC?
La TCC se centra en identificar y desafiar los patrones de pensamiento y comportamientos negativos. Al reemplazarlos con alternativas más saludables y adaptativas, las personas pueden experimentar mejoras significativas en su bienestar mental. A diferencia de la psicología humanista, que profundiza en el autodescubrimiento y el significado personal, la TCC está orientada al futuro y enfatiza las estrategias prácticas para manejar los problemas actuales.
¿Qué es la psicología humanista?
La psicología humanista prioriza la experiencia subjetiva del individuo y la capacidad para el crecimiento personal. Este enfoque, que se basa en el trabajo de Carl Rogers y Abraham Maslow, fomenta un entorno empático y no directivo en el que los clientes pueden explorar su potencial y definir su propio camino hacia la realización. A diferencia de la naturaleza estructurada de la TCC, la terapia humanista se centra en la autoexpresión y la comprensión.
¿Cómo funcionan estos enfoques?
Proceso de la TCC:
- Identificación de patrones de pensamiento negativos: los pacientes identifican los pensamientos que contribuyen a la angustia emocional.
- Pensamientos cuestionables y reformulados: se evalúa la precisión de estos pensamientos y se los reemplaza por perspectivas realistas.
- Experimentos conductuales: los pacientes prueban nuevas formas de pensar a través de actividades de la vida real.
- Asignaciones para el hogar: las habilidades aprendidas en la terapia se refuerzan entre sesiones.
Proceso de la psicología humanista:
- Respeto positivo incondicional: los terapeutas brindan un entorno de apoyo y libre de juicios.
- Exploración de sentimientos: Se anima a los clientes a compartir y reflexionar sobre sus emociones.
- Objetivos de autorrealización: Se centran en lograr el crecimiento personal y desarrollar el propio potencial.
- Sesiones abiertas: la terapia avanza al ritmo del cliente, guiada por sus experiencias internas.
Efectividad: TCC vs. psicología humanista
La TCC está respaldada por una amplia investigación para tratar:
- Trastornos de ansiedad: la TCC ayuda a reducir los síntomas de ansiedad generalizada, pánico y fobias.
- Depresión: Al desafiar la desesperanza, la TCC ofrece un camino estructurado para salir de los episodios depresivos.
- Insomnio: la TCC-I especializada aborda las causas fundamentales de los trastornos del sueño.
- Trastorno de estrés postraumático (TEPT): técnicas como la terapia de exposición ayudan a procesar el trauma de manera segura.
La psicología humanista, aunque menos estructurada, es eficaz para:
- Problemas de autoestima: al fomentar la autoaceptación, los clientes desarrollan una autoimagen más saludable.
- Desafíos en las relaciones: El énfasis en la comunicación y la empatía mejora las conexiones interpersonales.
- Crecimiento personal: Alienta a las personas a alcanzar metas alineadas con sus valores. Fortalezas y desafíos
Fortalezas de la TCC:
- Estructurada y de corto plazo: Generalmente, se completa en 12 a 20 sesiones.
- Basada en habilidades: Proporciona herramientas prácticas para la resiliencia a largo plazo.
- Avalada por investigaciones: Eficacia comprobada para diversas afecciones.
Desafíos de la TCC:
Requiere participación activa y compromiso: Se centra en la resolución de problemas y puede pasar por alto necesidades emocionales más profundas.
Fortalezas humanísticas:
- Centrada en el cliente: La terapia se adapta a las necesidades y valores individuales.
- Crecimiento holístico: Aborda objetivos de vida más amplios y la satisfacción emocional.
- Enfoque empático: Construye una relación terapéutica sólida.
Desafíos humanísticos:
- La falta de estructura puede no ser adecuada para todos los clientes.
- Investigación empírica limitada en comparación con la TCC.
- El progreso puede ser más lento y menos medible.
Conclusión
Tanto la terapia cognitivo-conductual como la psicología humanista ofrecen beneficios únicos. La terapia cognitivo-conductual ofrece un enfoque estructurado y basado en evidencias para el manejo de afecciones psicológicas específicas, mientras que la psicología humanista se centra en el autodescubrimiento y el crecimiento personal. La elección entre las dos suele depender de las necesidades y preferencias individuales, pero ambos caminos conducen a una mayor salud emocional y resiliencia.
Adrián Azcona
Psicólogo
Referencias:
Davidson, L. (2004). Fundamentos filosóficos del psicólogo humanista. Revista de Psicoterapia, 15(57), 7-25.
Rodas, D., Cordero, M. J., & Cordero, M. B. (2022). Terapia cognitivo- conductual, diabetes y depresión. Una revisión bibliográfica. Revista KillkanaSociales, 6(2), 49-64.
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