Estudio:
LA RELACION ENTRE MADRES E HIJAS
CON TRASTORNOS ALIMENTARIOS (TCA)
El TCA se trata de un problema de salud mental que aparece con más frecuencia en la adolescencia, debido a la mayor vulnerabilidad que presentan las personas en esta etapa de la vida, en la que se está formando la identidad y se producen cambios corporales importantes. Desde hace años se considera que la causa de los TCA se encuentra en múltiples factores, siendo el resultado de la interacción de aspectos psicológicos, familiares, biológicos y socioculturales. La familia, concretamente, es el pilar fundamental de la formación y la educación, y juega un papel esencial en el desarrollo de la persona.
Descripción del estudio
El vínculo entre una madre y su hija: ¿está relacionado con el TCA?
La relación entre madre e hija es, efectivamente, un vínculo que está muy relacionado con el desarrollo de TCA. Además, las implicaciones de este vínculo familiar pueden ponerse difíciles cuando llega la pubertad.
En la pubertad y adolescencia es cuando se reportan más casos de TCA, y es también una época en la que se pueden dar muchos problemas entre la madre e hija. Las madres pueden influenciar en la relación entre su hija y la comida: hay madres que insisten en controlar lo que comen sus hijas, de manera consciente o inconsciente, y hacen comentarios sobre el cuerpo de sus hijas sin darse cuenta de cómo les puede afectar. Otras jóvenes tienen madres con personalidades demasiado estrictas, severas y exigentes, que les daban la impresión, con razón o sin ella, de que tenían que alcanzar la perfección para satisfacerlas; y la perfección también incluye el cuerpo, siempre se quiere más.
A nivel psicosocial, es evidente que la madre puede ejercer una gran influencia en la relación de sus hijas con la comida. Para esclarecer más este tema se ha realizado un cuestionario en el que participan jóvenes con TCA y sus respectivas madres.
Resultados encontrados
De acuerdo con los resultados analizados en la encuesta, las madres declaraban haber tenido escasos conocimientos sobre el TCA antes del diagnóstico de sus hijas. Consecuentemente, la mayoría de las encuestadas afirmaron haberse dado cuenta del trastorno de sus hijas cuando ya había claros síntomas, como la pérdida excesiva de peso, la poca ingesta calórica, la pérdida de menstruación, excesivo entrenamiento físico o mal humor. Esta situación les generaba sentimientos de miedo, decepción hacia ellas mismas y culpa. Sin embargo, tanto las madres como las hijas expresaron que su relación cambió de manera positiva tras el diagnóstico, al forjarse más la confianza, madurez, comunicación, comprensión y empatía, esto debido en gran parte a los conocimientos adquiridos en el proceso de tratamiento y recuperación.
Estilo de crianza
Al indagar acerca de la influencia que podría haber tenido la educación del hogar sobre la aparición del TCA, encontramos diversas respuestas por parte de las madres: algunas consideran que su estilo de crianza no tuvo nada que ver, mientras que otras opinan que sí pudieron influir de distintas maneras, como en la insistencia en dietas y el hacer oídos sordos a constantes comentarios acerca de la estética y el aspecto físico que se hacen en el entorno.
A pesar de la diversidad de respuestas, la mayoría de las madres resaltaron que sí cambiarían el estilo de crianza que han manejado si hubieran sabido que sus hijas serían diagnosticadas con TCA. Por ejemplo, reduciendo la presión que imponen a sus hijas y siendo más comprensivas.
Por otro lado, las respuestas de las hijas giran en torno a la exigencia que sienten por parte de sus familias, las comparaciones, la presión social y los comentarios negativos acerca de su figura.
Apoyo familiar
De cualquier forma, tras el diagnóstico y el proceso de tratamiento, la mayoría de las hijas reflejan emociones positivas, como el confort de contar con el apoyo y dedicación de sus familiares; aunque también hay casos en los que se sienten agobiadas por este mismo apoyo y dedicación.
En el cuestionario, además, existía un apartado en el que las madres podían decir qué les aconsejarían a otras familias. Su sugerencia es informarse acerca del TCA, buscar ayuda profesional lo más rápido posible, apoyar a sus hijas y jamás perder la esperanza de que se vayan a curar. Recomiendan tener mucha paciencia y hacer todo lo posible para sobreponerse al día a día.
Por su parte, las hijas afectadas con TCA respondieron recomendando a otras hijas que se comuniquen, que lo mejor sería contarles a sus madres qué les está sucediendo, pedir ayuda y contar con el apoyo familiar.
Resumen
En resumidas cuentas, gracias al cuestionario realizado a madres e hijas se ha podido alumbrar más cómo afecta el vínculo entre una madre y su hija al posible desarrollo de TCA, descubriendo que la educación en el hogar también influye y encontrando una primera vía de prevención: que las madres sepan del TCA antes de que ocurra.
Estudio completo y cuestionario
Puedes acceder al estudio completo pinchando en el siguiente enlace
Participaron en este estudio:
Sandra Aguaded Cosano, Ane Miren Aristondo Uriz, María Costa, Tania Dorado Alvarez, Natalia Escaño Despierto, Martina González Sulbarán, Marta Marcos López, Yousra Mehaji, Noelia Mojón Vidal, Irene Sánchez Martín, Nina Ida Helena Pitkänen.
Coordinación: Adriana Rubinstein Agunin – Centro Tiban
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